Energía destructiva
"Lo que más consume energía es querer destruir un país": así lo resume Rayma en su caricatura del El Universal de este viernes 19 de febrero.
De allí surge la pregunta ¿el objetivo del Gobierno es destruir ex profeso y planificadamente al país? ¿Ose debe a la extraordinaria incapacidad y la desidia gubernamental?
En el sector eléctrico se observa una grave crisis por falta de inversión y mantenimiento y mala gerencia. Se raciona atropelladamente en todo el interior de la Republica. Se decretan para el Distrito Capital medidas totalmente contradictorias, discrecionales y discriminatorias, que penalizan a los usuarios que no pueden reducir más su consumo de luz, debido a que ya habían tomado previsiones respectivas, se lo hace fácil a los derrochadores y se exime a quienes nunca pagan.
Lo sensato y eficiente hubiera sido aumentar abiertamente las tarifas, congeladas desde 2002.
Se repiten los problemas con el servicio del agua: Un Gobierno ineficiente que ni invierte ni mantiene. Al menos, en este caso, las medidas anunciadas parecieran tener un poco más de sensatez, dado que se aplicaría el mecanismo de los precios para estimular el ahorro.
En el caso del servicio de recolección de la basura, la situación no se pinta mejor, en especial en la zona capital. El empeño oficial de desarticular a la empresa privada, ha llevado a las operadoras a funcionar a pérdida, agobiadas por siete años de congelamiento de las tarifas; dificultad de acceder a las divisas y aumento de los salarios. A esto se suma la prohibición de uso que tienen cuatro, de los cinco, municipios de la zona capital para usar la Estación de Transferencia Las Mayas, que les obliga a llevar la basura hasta el relleno sanitario de La Bonanza, lo cual prácticamente duplica los costos. Resultado: la invasión de basura en las calles, incremento de plagas y roedores, mayor insalubridad.
En el área de salud, el cuento ya es harto conocido: Hospitales en caos, inoperancia de los módulos de Barrio Adentro; falta de instrumental y medicinas y resurgimiento de enfermedades erradicas por años.
Y si de inseguridad se trata, las extremas cifras de secuestros, asaltos y homicidios también hablan por sí solas.
Tras once años en el poder, con el total control de los poderes y de las instituciones públicas, y con ingentes ingresos petroleros administrados a discreción, no existe justificación que valga para que el Gobernante de turno no esté cumpliendo la tarea para lo que se le eligió, ni para que haya llevado al país a la involución.
sábado, 20 de febrero de 2010
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