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lunes, 15 de marzo de 2010

EL UNIVERSAL - El gasto público pierde fuerza para impulsar la economía

Se profundiza la desindustrialización y el modelo basado en la renta petrolera

La inflación merma el poder de compra de los bolívares que el Gobierno le inyecta a la economía (Archivo)

Por décadas la economía venezolana tuvo un patrón donde altos precios del petróleo garantizaban elevado crecimiento gracias a la inyección de gasto público, pero ya no es así, el brillo del crudo se ha convertido en una condición necesaria mas no suficiente.

Los barriles venezolanos inician esta semana con un valor de 73,30 dólares y las firmas especializadas consideran que el piso para todo el año es de 70 dólares, un nivel que en 2007 se tradujo en crecimiento de 8,2% y sin embargo el futuro luce poco halagador.

El Grupo BBVA, que en Venezuela timonea al Banco Provincial, proyecta una caída de la economía en el orden de 2,5% para este año, Ecoanalítica contempla un descenso de 1,3%.

El gasto público pierde capacidad para obtener crecimiento. Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, destaca que después de ajustar por la inflación, queda en evidencia que "en 2006 el Gobierno podía crear crecimiento de 1% del PIB con una inyección de 2,6 millardos de dólares y en 2008 necesitó de 13,4 millardos".

La anemia proviene de una mezcla de factores. El sector privado ha invertido poco en ampliar la capacidad de producción y aunque aumente la demanda por la inyección de gasto público el techo para el crecimiento se ha tornado bajo, solo en 2009 la inversión cayó 8,2%.

Asdrúbal Oliveros indica que "los controles y el discurso político desalientan la inversión privada y no crean incentivos para producir. A esto se agrega la salida de capitales y que se ha expandido un sector público ineficiente".

La balanza de pagos indica que en 2009 la salida de capitales del sector privado se ubicó en 22 mil 406 millones de dólares, la magnitud más elevada desde 1997.

Además hay que tomar en cuenta que la inflación diluye el poder de compra de los bolívares provenientes del gasto público. Ángel García Banchs, profesor del Cendes y de la Universidad Central de Venezuela, indica que para el modelo del Gobierno "no basta que el precio del crudo esté alto, requiere que, además de alto, crezca todos los años al menos al ritmo de la inflación".

Añade que "esta condición existió en el lapso 2003-2008 pero no vas a tenerlo nuevamente porque existe una crisis global y si bien el precio del petróleo se va a estabilizar en un nivel alto no va a continuar la escalera de años anteriores".

Un factor que añade peso a las alas de la economía es el racionamiento eléctrico. En su último reporte sobre Venezuela el BBVA indica que "resulta necesario considerar los efectos adversos que supondría el racionamiento eléctrico, inicialmente planteado hasta mediados de mayo, que supone una disminución de 20% en el consumo de comercios e industrias y una reducción de 33% en las empresas básicas".

La desindustrialización
El país ha profundizado un patrón rentista donde básicamente exporta petróleo, obtiene divisas para importar y gastar internamente mientras que la industria nacional se desdibuja.

Las estadísticas del Banco Central registran que la industria manufacturera, que en 2004 representaba 16,6% del PIB, pierde preponderancia y retrocede hasta 15,4% al cierre de 2009, ahondando la caída que se inicia a finales de los 80.

Leonardo Vera, economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, explica en un estudio elaborado en 2009 que la "manufactura es el sector de la economía venezolana que mayores potencialidades tiene para que variaciones del PIB generen o se traduzcan en creación de puestos de trabajo".

Además, señala que el crecimiento de la productividad del trabajo, factor que estimula la producción de bienes y servicios más baratos, está estrechamente ligado al desenvolvimiento de la manufactura.

La agricultura, sector al que el Gobierno le ha dado una importancia clave y que teóricamente sería impulsado con los petrodólares provenientes del boom de altos precios, no da muestras de mayor desarrollo.

En las estadísticas que dan muestras de la marcha de la economía el Banco Central de Venezuela mezcla a la agricultura con los restaurantes y hoteles privados.

El aporte de estos sectores se ha mantenido estancado. En 2004 representaba 6,3% del PIB total del país y en 2009 6,1%, a la vez que se incrementa la necesidad de suplir la demanda nacional con importaciones de distintos rubros.

vsalmeron@eluniversal.com

Víctor Salmerón
EL UNIVERSAL

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